
El
equipo encontró que la formación, y por tanto los fósiles encontrados
en la misma, tienen de 234 a 236 millones de años, en el Período TRIASICO TIARDO; esto es de 5 a 10 millones de años después que la estimación previa situada en el Triásico Medio.
«Descubrir que estos primeros familiares de dinosaurios eran geológicamente mucho más jóvenes de lo que antes se pensaba fue totalmente inesperado», señala Randall Irmis, profesor de Paleontología en Utah, en el informe, que publica la revista Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS).
La
formación Chañares contiene sedimentos depositados por ríos, arroyos y
lagos durante el Período Triásico. En ellos se encuentran una gran
variedad de especímenes fósiles completos de los primeros
dinosauromorfos, como el Lewisuchus o el Lagerpeton, «esencialmente los
tíos y primos de los dinosaurios», dice Irmis. Las características del
lugar permiten ver la historia completa en una misma cuenca.
Estado de invernadero
Aunque
ahora la formación tiene un aspecto desértico, cuando los
dinosauriomorfos vagaban por la zona, Chañares era tropical y
exuberante. En ese momento, la Tierra estaba en un estado de
invernadero, extremadamente cálido, sin casquetes polares y con altos
niveles de dióxido de carbono en la atmósfera.
El equipo recogió
dos muestras de rocas de Chañares: uno de la base del nivel en el que se
conservan los fósiles y uno de cerca de la parte superior de la
formación. «La formación contiene tobas, o cenizas volcánicas, que se
pueden fechar con gran precisión. Así que en esta cuenca no sólo hay
muchos fósiles completos de alta calidad que nos permiten identificar
fácilmente los taxones, sino también tobas en el medio que nos permiten
datar la columna completa», indica Claudia A. Marsicano, de la
Universidad de Buenos Aires. Las muestras de rocas incluyen ceniza
volcánica expulsada de los volcanes al mismo tiempo que los sedimentos
fueron depositados.

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